jueves, 25 de julio de 2013

El asesinato de John F. Kennedy, ¡menudo cacao!


Habiendo transcurrido los terribles cuarenta (en España empezamos antes el calvario) y los duros cincuenta del siglo XX, los sesenta aparecían como más felices. Los desastres de la II Guerra Mundial y en España la Guerra Civil empezaban a superarse, la economía crecía, y numerosos avances tecnológicos como la televisión, la lavadora o el frigorífico hacían la vida más feliz.

Pero no todo era de color de rosa, ni mucho menos. A causa del armamento nuclear y la enorme tensión de la Guerra Fría, el mundo vivía en un vilo.

La llegada del presidente John F. Kennedy a la Casa Blanca, católico y descendiente de emigrantes irlandeses, iba a provocar un cambio en la gestión de la presidencia de los Estados Unidos. Por un lado luchó contra la segregación racial en los estados del Sur e impulsó medidas democratizadoras, y por otro lado, mostró un lado duro frente al comunismo, tensando las relaciones con la Unión Soviética, no cediendo lo más mínimo en Berlín o en la crisis de los misiles, implicando a los Estados Unidos en la Guerra del Vietnam e intentando la invasión de Cuba en Bahía Cochinos.

Mujeriego empedernido, fue famoso y sonado su romance con Marilyn Monroe.


El asesinato del presidente Kennedy

El viernes 22 de noviembre de 1963, el presidente Kennedy se traslada en viaje oficial a Dallas, Texas.


El presidente Kennedy minutos antes de ser asesinado, 
en el coche viaja junto con su esposa Jacqueline y el Gobernador de Texas John Connally

A las 11.40, el Air Force One aterriza en el aeropuerto Dallas Lovefield, después de un corto vuelo que ha realizado desde Fort Worth. La comitiva presidencial se pone en marcha hacia el centro de la ciudad de Dallas. Durante el trayecto la comitiva tiene que realizar varias paradas para que el presidente salude a la gente.

Cronológicamente, esta es la secuencia horaria de los hechos:

11:40 - El avión del presidente Kennedy aterriza en Dallas

11:51 - La comitiva del presidente abandona el aeropuerto y se dirige a las calles de Dallas

11:51 - 12:29 La comitiva circula por de las calles de Dallas

12:30 - Entrada de la comitiva en la Plaza Dealey. 3 disparos y asesinato del presidente

12:31 - El policía Marion Baker, de la comitiva del presidente, entra en el edificio del Almacén de Libros de Texto de Texas, en el cruce de las calles Elm y Houston. En la planta segunda ven a un hombre tomando un refresco de las máquinas, es Lee Harvey Oswald; el intendente del edificio Mr. Truly declara que lo conoce y dejan a Oswald en el 2º piso, subiendo a las plantas superiores.

12:33 - Oswald sale sin dificultad por la puerta principal y se dirige a una parada de autobús en una calle cercana.

12:40 - Oswald toma el autobús en el cruce de las calles Elm y Murphy.

12:38 - La limusina del presidente entra en el Hospital Parkland.

13:38 - Se declara oficialmente la muerte del Presidente Kennedy.

A las 12.30 entra en la Plaza Dealey y avanza por la calle Houston, en ese momento lleva 6 minutos de retraso. En la esquina de Houston Street con Elm Street la comitiva debe realizar un giro de 120º a la izquierda, lo que obliga a la reducción de la velocidad de la limusina.

Tras pasar Elm Street queda frente al edificio del Almacén de Libros Escolares de Texas, a una distancia de 20 metros nada más.

Al pasar el almacén se hizo el primer disparo de tres que supuestamente haría Lee Harvey Oswald. Se calcula que en ese momento la comitiva iba a una velocidad de 15 km/h. La Comisión Warren concluyó posteriormente que el primero de los tres disparos no impactó en el coche. Casi todos están de acuerdo que Kennedy recibió dos disparos y que el último disparo le impactó en la cabeza y fue mortal.

El primer disparo es desviado por un árbol y rebota en el cemento llegando a herir al testigo James Tague. 3,5 segundos después se produce el segundo disparo que llega a Kennedy por detrás y sale por su garganta,3 hiriendo también al gobernador de Texas, John Connally. El presidente deja de saludar al público y su esposa tira de él para recostarlo sobre el asiento. El tercer disparo ocurre 8,4 segundos después del primer disparo, justo cuando el auto pasa al frente de la pergola de hormigón. Cuando el tercer disparo impacta de lleno en el occipital derecho de la cabeza de Kennedy, Jackie Kennedy, se abalanza a la parte trasera del auto, donde recoge una sección del cráneo del presidente. Un ciudadano de nombre Abraham Zapruder, que filmaba la comitiva presidencial, logró captar en su película el momento en que Kennedy es alcanzado por los disparos.

A las 13.00, el equipo médico del Parkland Hospital declara oficialmente la muerte del presidente Kennedy, con paro cardiaco y habiéndosele suministrado la extremaunción. "No tuvimos nunca una esperanza de salvar su vida", declararon los médicos. La muerte de Kennedy fue oficialmente anunciada más tarde, a la 13.38.


Lee Harvey Oswald es detenido

Lee Harvey Oswald nació en Nueva Orleans sin conocer a su padre. La madre de Oswald era de ascendencia francesa y alemana, educándolo en la religión protestante. Oswald fue un niño retraído y temperamental. A raíz de una pelea con su hermanastro John Pic, fue diagnosticado por el psiquiatra Renatus Hatogs a la edad de 14 años de tener una personalidad esquizoide y tendencias agresivas, lo cual llevó a su madre a regresar a Nueva Orleans desde Nueva York, lo que evitó que recibiera el tratamiento médico prescrito por el psiquiatra. Posteriormente, fue diagnosticado como disléxico, lo cual explicaba algunos rasgos de su carácter.

Con 17 años se enrola en los marines, siendo castigado por varios incidentes. De complexión débil, Oswald fue apodado Oswald el conejo afortunado por la caricatura animada, o algunas veces Oswaldskovich por sus sentimientos prorrusos.

En octubre de 1959, y tras un accidentado viaje en barco desde Nueva Orleans hasta Finlandia, Oswald desertó a la Unión Soviética, donde permaneció hasta 1962. Los soviéticos, cautelosos, observaron siempre en él alguna clase de anormalidad psiquiátrica. Residió en Minsk y se casó con Marina Prusakova (hija de un Coronel de la KGB), en 1961, con quien tuvo una hija. En 1962 la pareja marchó a los Estados Unidos.



Lee Harvey Oswald

El 22 de noviembre de 1963, el presidente John F. Kennedy llegó a Dallas. La ruta de la comitiva presidencial debía pasar justo por enfrente del Texas School Book Depository, edificio en el cual Oswald trabajaba. A las 12:30 exactamente, la limusina presidencial, segundo coche de una serie de varios vehículos que trasladaban funcionarios y periodistas llegó a la Plaza Dealey, la comitiva debió hacer una serie de virajes para respetar el recorrido que normalmente hacían las personalidades importantes que visitaban la ciudad de Dallas.

Luego de pasar por el edificio donde Oswald trabajaba, se oyeron tres disparos. Uno de estos disparos alcanzó a Kennedy sin matarlo, pero otro, probablemente el último de los tres, hirió mortalmente a Kennedy en la cabeza.

El policía Marrion Baker, de la Dallas Police Department, escuchó los disparos y corrió hacia la entrada del TSBD, pues percibió que los disparos parecían venir desde allí. Comenzó a subir escaleras y al llegar al segundo piso, donde funcionaba la cafetería, vio a un individuo que entraba presuroso hacia un cuarto que tenía una máquina expendedora de gaseosas. Era Lee Harvey Oswald.

A Baker le pareció sospechoso este individuo y le ordenó que se detuviera. Al mismo tiempo llegó al lugar Roy Trully, encargado de personal del Depósito, quien le comunicó al policía que ese joven (Oswald) trabajaba allí.

Baker dejó a Oswald, quien bebió un refresco de la máquina expendedora. Luego Oswald se retiró y desapareció del lugar rumbo a su domicilio. Casi inmediatamente se inició su búsqueda como principal sospechoso, siendo arrestado.

Se descubrió una huella de la mano de Oswald en un fusil Carcano M91/38 que fue encontrado en una oficina del Texas Book Depository, lugar preciso que se presumía como el origen de los disparos. También se encontraron huellas dactilares de Oswald en las cajas de cartón y en bolsas de mano en el piso en el que trabajaba.


Asesinato de Lee Harvey Oswald

Al ser interrogado por la Policía de Dallas, Oswald negó en todo momento haber participado en el asesinato de John F. Kennedy. Él afirmó en público que era un patsy (término usado por la mafia para describir a alguien a quien se trata de culpar por un crimen que no cometió), algo así como "chivo expiatorio".

Jack Leon Ruby era un empresario nocturno y figura secundaria del hampa estadounidense.

El 24 de noviembre de 1963, la policía de Dallas decide trasladar a Lee Harvey Oswald a la cárcel del condado. Mientras Oswald es trasladado por los estacionamientos subterráneos del cuartel de la policía, Jack Ruby se abre paso violentamente entre la multitud de periodistas, fotógrafos y cámaras presentes en el sitio y dispara con un Colt Cobra a Oswald en el estómago, hiriéndolo de muerte. Es arrestado inmediatamente y declaró ante numerosos testigos que "los judíos tienen agallas" y que había "redimido" a la ciudad de Dallas ante los ojos del pueblo y que además le había evitado a la viuda del presidente, Jacqueline Kennedy, el dolor de tener que testificar ante una corte frente al asesino de su esposo.

En declaraciones posteriores, afirmó que había disparado a Oswald por una ofuscación del momento y que no había planeado el asesinato.

El 14 de marzo de 1964, un tribunal de Dallas declaró a Jack Ruby culpable del asesinato de Oswald, siendo sentenciado a muerte. Este juicio fue anulado tras la apelación de sus abogados quienes consiguieron que fuera nuevamente juzgado, esta vez por homicidio simple en lugar de homicidio premeditado.

Jack Ruby murió de cáncer el 3 de enero de 1967, mientras esperaba un nuevo juicio relacionado con la droga.


Momento en el que Jack Ruby dispara a Lee Harvey Oswald


La teoría de una sola bala o la teoría de la bala mágica

La teoría de una sola bala, llamada como la teoría de la bala mágica por los críticos, fue introducida por la Comisión Warren para explicar cómo tres disparos realizados por Lee Harvey Oswald produjeron el asesinato del Presidente John F. Kennedy.

La teoría, generalmente acreditada a un trabajador de la Comisión Warren, Arlen Specter (más tarde ejercería como Senador), estableció que una sola bala, conocida como "Warren Commission Exhibit 399" (también conocida como "CE399"), ocasionó todas las heridas no fatales tanto en el Presidente Kennedy como en el Gobernador John Connally. La herida fatal que dio en la cabeza del Presidente fue causada por otra bala.

De acuerdo con la teoría de una sola bala, una bala de rifle de una pulgada de largo recubierta por una chaqueta de cobre que es disparada desde el sexto piso del Texas School Book Depository atravesó el cuello del Presidente, el pecho y la muñeca de Connally para terminar finalmente en el muslo de este último. Al realizar esto la bala atravesó 15 capas de ropa, aproximadamente 15 pulgadas de tejido, golpeo en el nudo de la corbata, removió 4 pulgadas de costillas y se alojó en el hueso del muslo. La bala que supuestamente hizo todo esto fue encontrada en la camilla del Gobernador en el corredor del Hospital Parkland Memorial en Dallas. Se convirtió en una evidencia clave para la Comisión, identificada como CE399. Su chaqueta de cobre, aparentemente intacta, dio pie a especulaciones. Sin embargo, la parte trasera de la bala, se encontraba completamente deformada y cubierta de restos orgánicos.

Aunque científicamente posible, esta teoría no deja de ser insólita.


¿Quién demonios mató a Kennedy?

Pues existen varias teorías al respecto:

- Lee Harvey Oswald: estaba loco y lo hizo en solitario. Coincidiría con la versión oficial. Sin embargo no deja de ser insólito en su asesinato la teoría de una sola bala y ser asesinado por un "espontáneo".

- Unión Soviética o Fidel Castro: lo han negado repetidas veces. Total, ¿para qué? como dice el dicho: "otro vendrá que bueno le hará".

- Traficantes y fabricantes de armas: por la posible intención de Kennedy de abandonar la Guerra del Vietnam.

- Lyndon B. Johnsson: habría sido el autor intelectual del asesinato, ansioso de conseguir el poder tras dos años como vicepresidente y viendo cómo las posibilidades de suceder a Kennedy se desvanecían. El asesinato habría sido planificado por ciertos agentes de la CIA que estaban en contra de Kennedy Howard Hunt, miembro importante de la CIA, así lo afirmó en su lecho de muerte.

- La Mafia: después de que Kennedy se convirtiera en Presidente, aumentaron considerablemente las persecuciones a la Mafia por parte del Departamento de Justicia (del cual el FBI forma parte). El gobierno cubano así lo ha considerado, al afirmar que podían haber estado implicados ciudadanos cubanos.

- Un "mal querer": ya por ponernos en plan conspiranoico, también se ha hablado que dada la afición de Kennedy por las faldas, algún marido despechado con dinero y posibilidades habría planificado su muerte.


Marilyn Monroe

Pero no se vayan todavía que aún hay más. Norma Jeane Mortenson, más conocida como Marilyn Monroe, se la encontró muerta en su domicilio el 5 de agosto de 1962, a las 4:55 de la madrugada, al recibir una llamada telefónica el jefe del departamento policial de Los Ángeles, Jack Clemmons, del doctor Greenson, psiquiatra de Marilyn Monroe. El policía fue el primero en llegar al lugar y la primera autopsia reveló que había fallecido por una sobredosis de barbitúricos.

Se dice que dejó la lavadora puesta y eso no es lógico en alguien que se va a suicidar. ¿Un accidente por sobredosis de barbituricos? ¿se suicidó? o "la suicidaron".

Teniendo en cuenta que el informe policial calificó la causa de la muerte como un "probable suicidio" por falta de pruebas, muchos creen que fue asesinada. Se dice que el presidente Kennedy y su hermano Robert ordenaron su muerte para evitar que ella, con fama de ingenua, revelara información importante. También se apuntó a que la mafia temía que la actriz informara a la policía sobre los negocios que mantenían con el cantante Frank Sinatra y por eso acabaron con su vida.

Pero, esto es ya otra historia...


The Beach Boys

La canción que acompaña a esta historia nos trae sonidos del pasado, del año 1963, año en el que asesinaron a JFK es de los Beach Boys, los chicos de la playa,  con su Surfin USA, niños monos y niñas monas (eso sí, todos en blanco y negro), con cuerpos esculturales practicando el surf en las playas de California.

Para apreciar: el sonido valvulero de los amplificadores a válvulas de guitarras y bajo, y ese destemplado efecto Leslie del órgano.

viernes, 28 de junio de 2013

La Paz del Maíz


Nikita Kruschev

1953. Muere Iosef Stalin. Las dos mayores potencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, ambas ya poseen la bomba atómica. Una guerra entre ellas, ya no supone una época de enorme sufrimiento para los beligerantes, sino la aniquilación de la Humanidad y posiblemente del planeta. Por eso hay una enorme expectación sobre su sucesor.

El PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética) decide elegir a alguien, inequivocadamente comunista, pero también no estalinista. Es elegido Nikita Kruschev (o Jruschov, según las transcripciones fonéticas).

Los primeros mensajes que transmite son que el estalinismo ha cometido numerosos errores y crímenes y que su culto a la personalidad ha sido contrario al marxismo-leninismo. Habla completamente convencido, como liberándose de una pesada carga. Parece sentirse culpable (y probablemente no sin razón) y afirma que ya no habrá más purgas, ni más ejecuciones. Poco a poco va desmontando todo el entramado estalinista.

También lanza un mensaje a Occidente hablando de la coexistencia pacífica y del horror de una guerra nuclear, a la que teme en sus palabras:

"Hemos entrado en una época en la que es difícil inventar un arma más poderosa que la bomba de hidrógeno que posee una fuerza prácticamente ilimitada... ¿Acaso no tenemos en cuenta el hecho de que la fuerza destructiva de los ingenios militares tienen un poder formidable? ¿Es posible que se olvide que sobre nuestro planeta no hay nadie inaccesible a las armas nucleares y a los misiles? Es difícil hacerse una idea de las consecuencias que tendría para la Humanidad una guerra en la que fueran empleados estos medios de destrucción y de exterminio terribles. Si consentimos que esta guerra estalle, se contarán las víctimas no por millones ni por decenas de millones sino por centenares de millones de seres humanos. Ésta sería una guerra que no distinguiría entre frente y retaguardia, entre soldados y niños."

Nikita Kruschev, Declaración a los partidos comunistas obreros

Las cancillerías occidentales acogen muy positivamente el nombramiento. Los rotativos de los principales periódicos, a pesar del secretismo con que el que se vive en la Unión Soviética, hablan de un cambio muy positivo. El mundo suspira aliviado. Parece que en las más altas esferas de la URSS ya no gobierna un fanático descerebrado.

Hijo de campesinos pobres, con notables dificultades económicas, con quince años empieza a trabajar de obrero, caracterizándose por una gran capacidad de trabajo y por un enorme deseo de formarse y adquirir cultura, llegando en seguida a ser obrero metalúrgico calificado, condición que le hace estar exento de participar militarmente en la Primera Guerra Mundial. De no haber intervenido en la Revolución Bolchevique, su futuro lo habría llevado a ser maestro industrial o incluso ingeniero. Lucha con el Ejercito Rojo en la Guerra Civil. Dirige el frente político contra la invasión alemana en el curso de la Segunda Guerra Mundial, donde destacó especialmente como Comisario Jefe del NKVD (agencia de espionaje predecesora del KGB) en la batalla de Stalingrado.

Se gana la confianza de Stalin, siendo nombrado gobernador de Ucrania. Su predecesor, Stanislav Kossior, había sido ejecutado y la misma suerte corrieron su mujer y los hermanos que le sobrevivieron. Vive el terror en primera persona, pensando que él o su familia pueden ser los siguientes, tan sólo por una sospecha de Stalin. Entre 1938 y 1940 fueron arrestadas en Ucrania por supuestos delitos políticos 165.565 personas, de las que probablemente un tercio fueron ejecutadas. Sobrevivió a todas las purgas de la época, haciendo gala de un gran celo estalinista, posiblemente por temor por él mismo y por su familia, por lo que, muerto Stalin, se empeña en desmantelar su obra.

Kruschev, trabajador infalible, que valora especialmente la formación, sólo quiere en los cuadros dirigentes a los mejores. Anula la dedocracia estalinista, el ascenso por motivos político-ideológicos, por una meritocracia, el ascenso por méritos de trabajo y formación. Pronto se nota este cambio de forma positiva. La URSS adelanta a los EEUU en la carrera espacial (lanzamiento del primer satélite en 1957 y primer vuelo espacial tripulado en 1961) y en la carrera de armamentos. Impulsa la colonización de tierras vírgenes en Siberia, fomenta la investigación científica y la producción artística, hasta tal punto que convierte a la URSS en una auténtica potencia en estos campos. Probablemente es en estos años cuando la URSS alcanza su cenit y los años dorados de los que los ciudadanos soviéticos (hoy ex-soviéticos) guardan buen recuerdo.

Como muestra de un cambio en las relaciones exteriores, se llega a un armisticio en la Guerra de Corea. Esperanzados por su ánimo liberalizador, en los países del Este, se cree que ha llegado el momento de liberarse de la tutela de la URSS, pero están muy equivocados. La revuelta anticomunista de Hungría será aplastada en 1956.

Económicamente, Kruschev lanza planes orientados a liberalizar la economía para competir con Estados Unidos. Descentraliza la rígida planificación estalinista aumentando la autonomía de regiones y empresas, presta mayor atención a la agricultura y la industria ligera, dando prioridad al abastecimiento de bienes de consumo e iniciando una nueva política económica, basada en los principios del economismo. Pero sigue estrellándose una y otra vez contra el muro de la agricultura. Los malos resultados agrícolas obligaban a la importación masiva de cereales. La buena pujanza de la industria supone que la importación de productos alimentario no sea un problema, pero algo falla cuando la URSS no consigue autoabastecerse alimentariamente. No hace falta ser un experto en Economía para saber que un régimen no puede sobrevivir si no tiene garantizado su autoabastecimiento alimentario.


La coexistencia pacífica

Occidente alucina cuando en 1959 Nikita Kruschev afirma que desea visitar los Estados Unidos en visita oficial con el fin de limar asperezas. Los norteamericanos no se lo terminan de creer. Es como si tu mayor enemigo te viene a hacer una visita de buen rollito. Es más, se piensa que la coexistencia pacífica debe ir más allá de la no agresión; con la ayuda y la colaboración es como se crea una auténtica amistad. Los estadounidenses piensan que no puede ser cierto que el sucesor de Stalin venga a visitarnos en plan colega. Pero lo es.

El pueblo norteamericano se vuelca con la visita de Kruschev. No por admiración precisamente, pero sí por curiosidad. 

Es un hombre entrado en años y en kilos, con poco pelo, risueño, con buen humor y, como buen ruso, aficionado a la bebida. Socarrón y campechano. Su imagen es muy distinta del ogro que se habían imaginado.


El presidente norteamericano Dwight Eisenhower y Sra. con Nikita Kruschev y Sra. 
¿Es un sueño o una pesadilla?

Nikita Kruschev no duda en reunirse con los tiburones norteamericanos de la economía. En su discurso se dirige a ellos pidiéndoles que no le vean como un enemigo, sino como un competidor, que no se trata de capitalismo o comunismo, sino lo que la historia demuestre cual es el mejor régimen para la Humanidad. “Y estoy seguro de que vencerá el comunismo”.

Tan seguro está que en 1961 suscribe que en el plazo máximo de veinte años (o sea, en 1981) se habrá llegado a la sociedad comunista, es decir, se acabará la dictadura del proletariado, ya no habrá clases sociales, ni estado, se habrá llegado al paraíso en la Tierra.

Todo está saliendo muy bien. Tras la Segunda Guerra Mundial y la tensión nuclear, el mundo se relaja. Los felices sesenta, el boom demográfico.

Entre puros, copas y risotadas, el presidente norteamericano Eisenhower le da una palmada en la espalda y le pregunta.

- ¿Qué puedo hacer por ti, amigo?

Entonces, NIkita Kruschev saca del bolsillo un papel con el nombre de un agricultor de Iowa.

- Quiero conocer personalmente a este hombre.

No cabe duda que el ruso es un hombre bien excéntrico. Se viene a Estados Unidos en visita oficial y entre otras prioridades quiere ver a un agricultor del que la mayor parte de los norteamericanos no sabe nada. Pero algo tendrá el agua cuando la bendicen.


Roswell “Bob” Garst

Rosswell Garst, al que se le conoce coloquialmente como Bob Garst, es un agricultor de Iowa, pero no es un agricultor corriente. Además de hombre de campo, es un técnico y un investigador.

Habiendo cursado estudios de ingeniería agronómica, decide transformar su explotación, orientándola a la agricultura intensiva basada en el maíz híbrido. Pronto consigue rendimientos record, pasando de 200 hectáreas a una auténtica macroexplotación en Coon Rapids (Iowa), basada en el maíz híbrido y en la
mecanización, que sirve de modelo en todo Estados Unidos.

Pero Bob Garst no sólo es un agricultor de éxito. También es un divulgador agrario, impartiendo numerosas conferencias; un investigador, experimentado en su propia explotación y un experto a nivel mundial, a través de sus artículos en revistas especializadas de agricultura.

Más de derechas que el grifo del agua fría, es un anticomunista convencido. Piensa que cuando progrese la agricultura de la URSS, el comunismo ya no tendrá sentido y caerá por su propio peso. Su doctrina la denomina “la diplomacia de los estómagos llenos”. Piensa que muchas guerras, revoluciones y el propio comunismo, han surgido debido al hambre. Por eso, si se elimina el hambre, se conseguirá una paz duradera en todo el mundo. Esa es la auténtica revolución, por eso es uno de los abanderados de la revolución verde, conseguir los máximos rendimientos por superficie. Es fundamental acabar con el hambre en el mundo, que ningún ser humano muera de hambre. Cree que en los tiempos que vive, por primera vez en la Historia es posible, “se puede hacer, se debe hacer”.

En sus artículos de las revistas de agricultura, habla frecuentemente de los errores de la agricultura soviética y esto no ha pasado desapercibido a Nikita Kruschev y a sus servicios de información y por eso quiere conocerle en persona. Así de fino hilaba la KGB en unos tiempos en los que no existía Internet.

Bob Garst, a pesar de ser el dueño de un imperio agrícola, no lo parece. Con sus tirantes y botas de goma, cuando unos agentes del gobierno le dicen que va a venir a verle el mismo Presidente de la Unión Soviética alucina en colores.

Recibe a Kruschev con un traje que le queda de mal como a un Cristo dos pistolas. Le enseña con detalle la explotación, mientras los traductores, se lo traducen al Presidente del URSS. Amigo de dar consejos, aunque no se los pidan, por eso no es santo de la devoción de muchos agricultores. Habla de las mejoras que debería introducir la Unión Soviética. Kruschev presta mucha atención. Después ofrece un refrigerio a tan ilustres invitados.


Nikita Kruschev y Bob Garst. El hombre alucina con el marrón que le ha tocado

Kruschev se vuelve a uno de sus asesores y le dice al oído:

- Este es nuestro hombre. Que se venga con nosotros, cueste lo que cueste.

Roswell Garst acepta el reto. Menuda paradoja, va con esperanza de mejorar la agricultura de la Unión Soviética con el fin de acabar con el comunismo.


Kruschev y Garst con una mazorca de maíz, nuevo símbolo de la paz, sustituyendo al olivo. 
En el fondo son dos ilusos, uno cree que está próximo el paraíso en la Tierra y el otro el fin del hambre en el mundo.


Las familias Kruschev-Garst posan en una foto que es el paradigma de la Paz del Maíz. 
Occidente y el Este han dejado de ser enemigos y han pasado a ser competidores. 
El devenir de los acontecimientos demostraría que eso no era posible.

El momento histórico queda inmortalizado en lo que se llamaría Peace trough Corn, literalmente la paz a través del maíz, que se podría traducir como la Paz del Maíz. Momento histórico que también recibe otros nombres, como diplomacia del maíz o diplomacia de la granja de maíz de Iowa.


El final de la coexistencia pacífica

Roswell Garst viaja varias veces a la Unión Soviética y a Hungría. Trabaja por reformar los sistemas de producción, haciendo hincapié en la agricultura intensiva y la maquinaria.

Sus reformas fracasan una y otra vez. Sus sistemas que eran efectivos en un sistema capitalista, no tienen ningún éxito en el comunismo. Al final, ambas partes coinciden en el fracaso. Roswell Garst afirmaría del comunismo en una forma de hablar campesina “nos intentan vender unos malos caballos, haciéndolos pasar por buenos”.

La política exterior de Nikita Kruschev oscilará entre el buen rollito y la agresión macarra. ¿Cuál es la razón de tales bandazos contradictorios? Es difícil saberlo. Métase en una batidora, su personalidad excéntrica, los posiblemente sinceros deseos de paz, el deseo de contentar al sector duro de su partido, el convencimiento de que finalmente triunfaría el comunismo, la creencia de que siempre se puede aprender algo del enemigo, y el convencimiento de sus ideas, bátase y posiblemente salga algo parecido a la política exterior de Kruschev.

Debido a la huída masiva de los ciudadanos del sector oriental de Berlín, la RDA construye un muro para impedirlo, que a partir de entonces se llamaría el muro de Berlín, o el Muro de la Vergüenza. Kruschev apoya y avala la creación de este muro, lo que le lleva a enemistarse con Occidente y sobre todo con Kennedy, que afirma en Berlín “todos somos berlineses”.

La tensión aumenta por momentos. Cuba ha entrado en la órbita comunista. Anteriormente, un avión espía norteamericano es derribado en territorio soviético. Kruschev, en la ONU, con un cabreo más que evidente protesta golpeando en el atril con su zapato (su famosos “zapatazo”). El piloto (Francis Gary Powers) estaba vivo y prisionero en la URSS, mientras EEUU no sabía nada. Poco después fue liberado en canje con un espía de la URSS que guardaba prisión por ese motivo en Occidente (mierda tenían todos).

La tensión entre los EEUU y la URSS alcanza su cenit cuando ésta instala cohetes de alcance medio en la isla de Cuba. Colocar lanzaderas de misiles con cabeza atómica en Cuba es como apuntar con una pistola a alguien que no te cae muy bien. Una pasada. Kennedy amenaza en serio. Es la “crisis de los misiles”. El mundo contiene la respiración, la guerra atómica puede estar cerca.

Finalmente Kruschev cede, a cambio del compromiso de Estados Unidos de no invadir Cuba. El teatro de la Guerra Fría volvía a estar igualado. Las dos partes coinciden en que se han cometido errores y se crea una línea directa entre la Casa Blanca y el Kremlin (el “teléfono rojo”), con el fin de agilizar las conversaciones entre ambas potencias durante períodos de crisis. Hay que volver el espíritu de la Paz del Maíz.

Pero ya es demasiado tarde para eso.

Es la primera vez que la Unión Soviética se rila. Para el sector duro del PCUS, Kruschev ha resultado un blandito. Es la ocasión esperada para deshacerse de él.

El adelgazar la burocracia y eliminar el enchufismo, no le ha creado precisamente amigos dentro del partido y del aparato, por lo que ha llegado el momento de que el sector duro del PCUS vuelva tome el poder. En 1964 fue forzado a dimitir, se le destituyó de todos sus cargos y se le concedió el retiro por su avanzada edad y el deterioro de su estado de salud, sucediéndole al frente del partido uno de sus más estrechos colaboradores, Leonidas Brézhnev. En 1966 fue expulsado del Comité Central del Partido. Murió el 11 de septiembre de 1971 en Moscú, dedicando los últimos años de su vida a la jardinería y a escribir sus memorias.

A tomar vientos la Paz del Maíz. Ya es historia.


Cincuenta años después

¿Sirvió para algo la Paz del Maíz? Probablemente para mucho más de lo que parece.

A finales de agosto de 2009 se celebraron unos actos que conmemoraban aquellos sucesos. Y también se llegaron a unas conclusiones, que resumo brevemente.

Si alguien tiene más interés puede consultar los enlaces que aparecen al final. El encuentro se celebró en la explotación Garst, de 5.500 hectáreas, hoy declarada lugar histórico de los Estados Unidos. Actualmente destinada por la familia Garst en 2004 a actividades sin ánimo de lucro, manteniendo su estructura tradicional, es un centro de investigación de actividades como explotación viable al tiempo que ejemplo de gestión sostenible de la tierra.

El miedo atroz entre rusos y estadounidenses, que hubiera llevado a la aniquilación total del contrario, desapareció. Kruschev y Garst coincidían en que había que acabar con el hambre en el mundo. Todos coincidieron, tanto en el pasado como en el presente, en que el progreso de la agricultura es el progreso de la Humanidad.

Una de las intervenciones más esperadas fue la del hijo de Nikita Kruschev, Sergei Kruschev, profesor de la Brown University de Rhode Island, y que acompañó a su padre a Iowa en 1959.


Sergei Khrushchev, en su intervención del 29 de agosto de 2009 en Coon Rapids

Sergei recordaba el asombro de su padre en 1959, al visitar la explotación Garst, que se mantenía sólo con los hijos de Garst y unos pocos empleados. Un tamaño similar de explotación colectiva en Rusia habría requerido 60 trabajadores. Le preguntó a su padre que si los productos agrarios les vendían los estadounidenses a buen precio, porque no comprarles y ya está, a lo que le contestó su padre “no necesitamos los productos agrarios de Estados Unidos, necesitamos su conocimiento de cómo hacerlos”.

Alex Nikitin, agrarista, agricultor y ganadero, dio las gracias a Kruschev por intentar alimentar mejor a su pueblo, “eso es una de las mejores cosas que se puede decir de un líder”.

Otra interesante fue la de Víctor Lishchenko, un conocido agrarista ruso. Afirmó que los resultados de la colaboración agraria USA-URSS fueron útiles, por ello Rusia es la tercera productora mundial de grano. Las preguntas que se hicieron Kruschev y Garst hoy siguen estando vivas ¿Cómo podemos asegurar un suministro adecuado de alimentos, no sólo en nuestros dos países, sino en todo el mundo y durante los siglos por venir?

Hoy día, Nikita Kruschev, a pesar de haber cometido errores, para los rusos, se considera el mejor dirigente que tuvo la Unión Soviética, cuando esta tuvo una relativa prosperidad. Para los occidentales (yo incluido) es Mijail Gorbachov, pero ya sabemos que cada uno cuenta la feria según le va en ella.

Roswell Garst es considerado como un embajador de buena voluntad. En mi opinión, ojalá hubiera muchos como él.


Y después, ¿qué ocurrió?

La destitución de Kruschev iba a recrudecer la Guerra Fría. Su “rile” va a ser motivo recurrente. Ernesto Che Guevara afirma que [el pueblo cubano] no suspira de alivio, no da gracias por la tregua; salta a la palestra para dar su voz propia y única, su posición combatiente, propia y única, y más lejos, su decisión de lucha aunque fuera solo. Él jamás lo hubiera hecho. Tiembla Tierra. Nada de buen rollito y ahora toca mostrar el lado más duro. Breznev tampoco está tan chalado como para querer una guerra nuclear, suya es la frase el primero que dispare armas atómicas será "el verdugo de la humanidad”. De hecho firma los tratados SALT I y SALT II de eliminación de armas estratégicas. Pero no duda en intervenir en Afganistán dejando un marronazo de aquí te espero. Sus sucesores Yuri Andrópov y Konstatin Chernenko (que gente más siniestra, más gris, en mi mente sólo tengo imágenes de ellos en blanco y negro y eso que son de tiempos recientes), dicen que les da igual ocho que ochenta.

En la década de los ochenta el mundo entra en una especie de paranoia. Es el momento de películas como El día después, Mad Max (tras el holocausto nuclear, sólo sobrevivirán los makokis) y toda la saga de Terminator (la pobre Sarah Connor huyendo de robots despiadados y que se parecen a Swarzeneger), y las canciones de la movida de los 80 sobre el horror nuclear (siento haber contribuido a esa degradación cultural, aunque, dicho sea de paso, fue muy divertido). El presidente de EEUU, Ronald Reagan espera lo peor y lanza su programa de Iniciativa de Defensa Estratégica (más conocido como “La guerra de las galaxias”), llamado así por utilizar sistemas basados en tierra y en el espacio a fin de defender Estados Unidos contra un ataque nuclear con misiles balísticos intercontinentales. Los escritores de ciencia-ficción escriben sin parar sobre el holocausto nuclear. El mundo se acaba, así que leña al mono hasta que arda. Pero, ¿hasta qué punto es cierto?

Cuando la salud de Leonidas Brezhnev se deterioraba, uno de sus asesores en agricultura, un ingeniero del ramo, de nombre Mijail Gorbachov, le dice que es necesaria una reforma en profundidad. Este es recomendado por el ex KGB y posterior presidente gris (antes mencionado) Yuri Andrópov, que con todos los defectos que pueda tener, ama a su país y ve la vía de agua. A Leonidas Brezhnev le interesan las opiniones de este joven ingeniero, pero su salud de deteriora. Se muere y todo esto se queda en el olvido.

¿En el olvido? Va a ser que no.

En 1985 lo que era un agujero en la época de Kruschev es ahora una vía de agua por la que se hunde la URSS. El fracaso de la agricultura soviética es más que evidente. Faltan alimentos en las tiendas, ya no sólo cosas exóticas o delicatessen, sino alimentos de primera necesidad.

La agricultura es el problema de la URSS y encima ahora no tiene dinero para importar alimentos por la carrera de armamentos y la intervención en Afganistán. El sector duro se hace el sueco (suele pasar en movidas así). Lío, lío, que yo no he sido.

Entonces es elegido ese ingeniero, probablemente uno de los mayores expertos en Agronomía y Economía Agraria de la URSS: Mijail Gorbachov. Es un comunista convencido, quiere retomar el camino que trazó Kruschev y no volver a cometer los mismos errores.

Aunque se está pensando en un técnico, sus primeras palabras son políticas, dos palabras que recorrerán el planeta como un latigazo: reestructuración (Perestroika) y apertura, transparencia (Glasnost).

Al igual que lo hiciera Kruschev empieza por quitarse lastre (retirada de Afganistán), coexistencia pacífica con Occidente (tratados de eliminación de misiles). Ahora tiene el camino libre, pero los países del Este actúan por cuenta propia, cae el muro de Berlín. Al contrario que Kruschev, opta por no intervenir.

Cuando empieza a aplicar las reformas en el edificio del entramado soviético, éste cae derrumbándose.

Pero esto ya es otra historia…


Los remeros del Volga


Los remeros del Volga (Ilya Yefimovich Repin Burlaks)


El Canto de los remeros del Volga es una canción tradicional rusa, recopilada por Mily Balakirev, y publicada en su libro de canciones tradicionales. Es una genuina canción de tiradores de barcos. Balakirev publicó sólo uno de sus versos (el primero). Los otros dos versos fueron agregados después. La canción fue inspirada en la famosa pintura de Repin, Burlaks en el Volga, describiendo el sufrimiento y la miseria de los remeros que arrastraban con su fuerza los barcos del Volga.

La canción de los remeros del Volga, en los tiempos de Nikita Kruschev, es plamada por la televisión musical en un videoclip o vídeo musical, cantada por la sensacional del bajo Leonid Kharitonov. Sensacional puesta en escena, en un triángulo en el que el vértice es el barítono y el resto del triángulo los integrantes de los coros del Ejército Rojo, alternándose escenas del Volga con la actuación, sobre fondo y paredes de espejo, ¿cómo pudieron hacerlo en 1965 sin ordenadores?



Para saber más

Enlaces:

Nikita Kruschev:

http://es.wikipedia.org/wiki/Nikita_Jrushchov
http://curistoria.blogspot.com/2009/03/el-zapato-de-kruschev.html
http://www.radiomanabi.com/noticias.php?id=14857
http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/16353/Kruschev-_el_hombre_y_su_epoca

Roswell Garst (en inglés):

http://en.wikipedia.org/wiki/Roswell_Garst
http://www.aghalloffame.com/hall/garst.aspx
http://www.whiterockconservancy.org/resort_hist.aspx

Conmemoración de los cincuenta años de la paz del maíz (en inglés):

http://www.illinoistimes.com/Springfield/article-6232-fifty-years-later-celebratingdiplomacy-on-an-iowa-farm.html
http://www.wallacesfarmer.com/story.aspx?s=31177

Archivo de fotos de la revista LIFE (en inglés):

http://www.life.com/image/50568411

Archivo de fotos:

http://www.cutpriceposters.com/index.php?item=5291179

Los remeros del Volga:

http://es.wikipedia.org/wiki/Canto_de_los_remeros_del_Volga

lunes, 24 de junio de 2013

La movida madrileña del siglo XVIII


A principios de la década de los ochenta, los jóvenes punk de los barrios decidieron cambiar de vestimenta y a empezar a parecer guapos, cambiando de música y de estilo en una nueva reivindicación. Eran los nuevos románticos, la “gente guapa” de la movida. Pronto, los jóvenes de las clases más pudientes empezaron a imitarles en su moda, hasta tal punto que se les llegó a asimilar con lo pijo. No hay que olvidar que música pop es el abreviativo de popular, en contraposición a la música clásica u orquestal.

A finales del siglo XVIII, los jóvenes de las clases populares se niegan a seguir los patrones y la moda de sus mayores, reaccionando contra la influencia francesa e italiana. Se niegan a llevar pelucas (menudo acierto porque vaya piojera más asquerosa) y llevan el pelo con redecillas. Ellos se niegan a vestir con casaca y lo hacen con chaquetilla corta. Ellas se niegan a llevar el incómodo miriñaque (armazón de alambre para mantener abierta la falda) y en cambio visten falda de vuelo con mandil. Y ambos les encantan vestir con bordados, muy del gusto rural y popular.

Es una reacción informal y juvenil al barroquismo y clasicismo entonces imperantes. En quizás, un preludio del romanticismo.

Esta moda es imitada por los jóvenes de las clases pudientes, que aborrecen las incómodas pelucas y se quieren parecer a esa gente guapa, que usando su sinónimo se les llama majos y majas. A los jóvenes de clases altas les fascinan aquellas jóvenes descaradas y barriobajeras que les guiñan un ojo a través de un abanico. Y ellas se sienten atraídas por el prototipo de majo, que es el arquetipo del torero, guapo, valiente y chulo.

Y es que tienen en los toros su mayor afición. Carlos III prohíbe las corridas de toro excepto las benéficas. Y con esto lo que hizo fue fomentarlas al máximo, ya que proliferaron como nunca porque la gente además de ir a divertirse, iba con el aliciente de contribuir para una buena obra. De esta manera, los trajes taurinos se inspiran en esta moda.

Moda goyesca. Fue Goya el que la inmortalizó en sus cuadros. Goya es pintor de la Corte y le va muy bien. Pero no por eso debemos pensar que Goya es un simple satisfecho. Si algo, entre otras cosas, tiene valor la pintura de Goya es la sinceridad de su pincel. Pinta a los reyes y a personajes ilustres, que le pagan por ello, pero también pinta peleas (Riña en el Mesón del Gallo) y escenas costumbristas (El albañil borracho, La novillada, La letra con sangre entra).

Llegando el buen tiempo, la Pradera de San Isidro se llena de gente a disfrutar del campo y de la naturaleza.


La pradera de San Isidro. Goya. 
El lugar favorito de reunión de los majos. Un lugar lleno de alegría y sol.


Los padres están horrorizados por aquellos jóvenes que visten desenfadadamente, van a las afueras a hacer y frecuentemente acaban borrachos y no tienen otra preocupación que el baile, los toros y la música.


La merienda. Goya.

A Goya le encantan los majos y las majas, también llamados manolos y manolas. Entre estos hay de todo tipo. De clase más humilde y otros de más acomodada. Quizá se han mezclado y se han vuelto algo pijos, jugando a volar cometas, los majos, o al pelele, las majas, y ambos a la gallina ciega.


La cometa. Goya


El pelele. Goya


La gallina ciega. Goya

Goya se siente fascinado por ellos y les pinta con rostros bellos y dulces. Representan la alegría de vivir y la juventud. Es un Goya que sus pinturas reflejan luz, alegría, juventud, belleza y amor a la vida.


El quitasol. Goya

Musicalmente, desprecian la música de cámara, pero en cambio les atrae la música popular, la guitarra, la pandereta, las castañuelas y el baile.

No sólo Goya se siente atraído por esta especie de tribu urbana. El genial músico italiano Luigi Boccherinni, autor de música de Cámara, decide comprobar que clase de música hacen estos macarras, quedando tan impresionado, que decide innovar, haciendo lo increíble, mezclando la música de cámara con las castizas castañuelas.


Baile a orillas del Manzanares. Goya.

Pero a veces la Historia engulle a sus personajes y eso es lo que ocurrió con estos. Cuenta Alcalá Galiano, en sus Memorias, que el 2 de mayo de 1808, se estaba vistiendo para salir a la calle, cuando se oyeron grandes tumultos en el exterior, preguntando a su madre que qué era lo que ocurría. Sus palabras fueron de lo más elocuentes: Ya ha empezado.

La Guerra de la Independencia se llevaría por delante muchas cosas. Entre otras a los majos. En los cuadros de Goya, se les ve participar en las algaradas del 2 de mayo.

Decíamos que el pincel de Goya fue siempre sincero. La luz y el color con el que están pintada la gente maja no tiene nada que ver con los aguafuertes en blanco y negro de Los desastres de la guerra.

Goya es realmente fascinante. Es un pintor que se sale de lo común. Refleja en sus cuadros la realidad, pero además sus sentimientos. Por eso su evolución es algo increíble.

Después de la paz y de la funesta restauración monárquica en Fernando VII, el golpe de estado de Riego lleva a los liberales al poder. Han triunfado, por el momento, los que tienen las simpatías de Goya. Pero éste ya ha perdido la ilusión. Ha visto y retratado demasiado dolor y sufrimiento para creer en la Humanidad y en las ideas. Ya sólo ve odio entre los españoles. Ha perdido la esperanza. Se siente viejo, pesimista, cansado y triste. Pero sigue pintando. Esta vez vuelve a reflejar la Pradera de San Isidro.


La Romería de San Isidro. Goya. Un lugar oscuro y terrorífico

Se pueden comentar muchas cosas sobre este terrorífico cuadro, pero creo que una imagen vale más que mil palabras.

Ya no hay gente guapa. Ya no hay majas de mirada dulce y pícara. Ya no hay majos de pose chulesca. Sólo hay pobres, viejos, enfermos, fanáticos, gente oscura, terrorífica, agobiante. Quizá sólo es el reflejo de lo que es en ese momento España. Una España en la que no pueden vivir juntos liberales y tradicionalistas y sólo conciben la desaparición física de los otros.

Pero esto ya es otra historia…

La canción adjunta es Fandango, de Luigi Boccherinni, mezclando música de cámara con castañuelas, interpretado por La Real Cámara.


domingo, 23 de junio de 2013

El novio de la muerte


Corrían los años 20 del siglo XIX. Los pobres veinteañeros de los pueblos y de las capitales eran movilizados para ir África a morir en un desierto bajo un enemigo cruel e implacable: los rifeños, que no dudaban en torturar hasta la muerte a los que caían en sus manos.

La situación ya era insostenible. España había dejado de ser un imperio y los políticos corruptos del pucherazo, desde la comodidad de sus poltronas y despachos, seguían mandando tropas de pardillos a morir a África. Y como no podía ser de otra manera, la situación reventó en la Semana Trágica de Barcelona. El pueblo ya sabía lo que había pasado en El Barranco del Lobo, donde murieron más de 1000 españoles y ya nadie estaba dispuesto a ir o a enviar a sus hijos a un matadero. Pero ellos erre que erre. A ellos les daba igual, seguían viviendo bien y ni si acercaban por el desierto, no sea que una bala pérdida acabara en su culo.

La situación era completamente insostenible. Si España seguía intentando mantener su presencia en Marruecos, el país iba a explotar en un estallido social. Pero ellos erre que erre, firmando decretos de reclutamiento. Todo ello combustible para el terrorismo anarquista, que seguía poniendo bombas, que como todo terrorismo siempre matan o mutilan al que menos culpa tiene.

O España estalla o abandona África, ante el descrédito mundial. Por entonces, iban los países de chulitos y sobrados. La civilización se imponía por las armas y no por el prestigio y la cultura. Si España se amilanaba, se la comían. Aparte de que Abd elKrim quería como postre (muchas veces lo más rico) Ceuta y Melilla.

¿Qué hacer? Si España abandona África, los demás países la verán como débil. Si continúa persistiendo estallará porque no se puede mandar a gente a morir al desierto como si fuera ganado al matadero. Una retirada programada no estaba prevista y más teniendo en cuenta que los españoles no dominaban su protectorado.

En este impasse, Millán Astray, un brillante profesor de la Academia de Infantería de Toledo renunciando a su cómoda plaza, solicita destino en África, ya que quiere pasar de la teoría a la práctica. Allí comprueba que los cabileños es un enemigo orgulloso, valiente, cruel e implacable, que no hace prisioneros.

Se da cuenta que esto no funciona. Los pobres reservistas sólo quieren salir de este infierno y volver a casa, al pueblo o a la fábrica, con las tierras, con la novia. Y no se les cumple, ya que mueren como ratas. Y más cansados y deshidratados por el peso del equipo y la falta de una estrategia adecuada. Estos pobres no han visto un fusil en su vida. A lo sumo para cazar conejos. Así les va. Los españoles han muerto y en condiciones terribles. Han sido martirizados, torturados… En África se sabe, pero si esto llega a Madrid…


Millán-Astray, hacia 1900

Piensa que la única solución para combatir a un enemigo temible… es un ejército temible. Le inspiran los Tercios de Flandes, pero son otros tiempos muy distintos. 

Esto era como la cuadratura del círculo. Millán Astray hablaba y leía el francés y entonces llega a sus manos una traducción francesa del Código del Bushido de los samurais. Éste era un código militar extraordinariamente duro, por el que se regían los samurais. Hoy día es muy conocido por el auge de las artes marciales en los años setenta, pero por entonces no lo conocía ni Rita. En resumen, lo que se puede concluir del mismo (contiene más cosas y muy interesantes), es que una vida de deshonor se puede lavar con un hecho heroico. En el contexto budista, en el que se inspira, el acto supremo de entregar la vida en un hecho heroico, limpiaría una vida llena de mugre.

Piensa que los integrantes de ese ejército podía ser gente dura, acostumbrada a la vida dura. Muchos serían gente normal, aventureros, pero no cabe duda que habría numerosos delincuentes. Se empezó a interesar por este mundo. ¿Cómo se puede sacar partido de un atajo de delincuentes? O lo que es lo mismo ¿cómo transformar unos bandidos en unos caballeros?

Para crear el código legionario, se inspira en el código del Bushido, basado en un absoluto desprecio a la muerte, hasta el punto de reírse de ella. Estas ideas eran extrañas a la mentalidad española de la época (todavía no había llegado el kárate, el judo, Chuck Norris y demás), por lo que la imagen de Legión y la imitación fueron los tercios españoles, de quienes recogen el nombre y en los que se inspira su escudo.

Sólo los que están en África saben lo que es este infierno. Y los políticos hablan un lenguaje distinto. Pero quizá no todos los políticos sean iguales. En el Ministerio de la Guerra, el propio ministro, el general Tovar le escucha y emite un informe favorable. Así se imponen sus ideas, en África, en primera línea, sólo combatirían profesionales. Gente motivada, dispuesta a todo. Dispuesta y mentalizada para morir. 

Se hicieron cambios en el uniforme y equipo, adaptados a las circunstancias: uniforme claro, mimético, ligero, sólo camisa y pantalón sin casaca, botas cortas para servicio o guardias; pantalones cortos, alpargatas o sandalias, para largas marchas. Evitar la deshidratación sin un excesivo peso encima. La intendencia es fundamental. Sin descuidar la bajada de temperaturas nocturna en las guardias, capote y abrigo cuando sea necesario.

Millán Astray pasó de ser un intelectual a un aventurero al grito de ¡viva la muerte! Posee el número máximo de extremaunciones en vida, nada menos que cinco. Eran tiempos extraños y todo era posible.


Pero ¿quién es el novio de la muerte?

Era un cabo de la recién creada Legión Española. Allí estaba lo mejor de cada casa, aventureros, chorizos, rateros, camorristas, pero ninguno con grandes crímenes. En el momento que ingresaban en la Legión se hacía tabla rasa de su vida anterior, pero tabla rasa por completo, ya que como alguno se le ocurriera volver a sus andanzas quinquis, entonces se iba arrepentir de haber ingresado en la Legión.

Tan sólo dos ejemplos. Existía el entonces denominado “batallón de castigo”, que estaba integrado diariamente por legionarios con faltas tan leves como levantarse tarde, no mantener limpio el uniforme o el fusil. Les hacían correr a pleno sol con una mochila llena de piedras hasta que caían reventados. Siguiendo el credo legionario: El sufrir arresto en el pelotón es derecho del legionario que pecó militarmente; derecho que no debe desposeersele ni con indultos ni atenuaciones, y cuanto más plenamente realice el pago más se desliga de su falta, que al terminar el correctivo deja de pesar sobre él, puesto que se liberó pagando por ello su justo precio. De ñoñerías nada, el castigo no es un deber, sino un derecho para limpiar las faltas.

El otro ejemplo se debe a Franco. El hecho no ha sido desmentido por los historiadores franquistas, por lo que suponemos sea cierto. Siendo Franco comandante en la Legión, en la comida, dos legionarios llegan a las manos y uno arrojó el plato de sopa a otro. El que provocó el incidente fue condenado a morir fusilado. Así se las gastaban. 

En 1921, uno de estos primeros legionarios era el cabo Baltasar Queija de la Vega, natural de Riotinto, Huelva, de 18 años. Era un hombre raro, triste, meditabundo, temerario, sin apariencia de haber sido delictivo, pero algo hosco en el trato cuando le preguntaban por su pasado:

Nadie en el Tercio sabía
quien era aquel legionario
tan audaz y temerario
que a la Legión se alistó.

Nadie sabía su historia,
más la Legión suponía
que un gran dolor le mordía
como un lobo, el corazón.

Más si alguno quien era le preguntaba
con dolor y rudeza le contestaba:

Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera;
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tal leal compañera.

Evidentemente, el pasado en la Legión era cosa de cada uno, así que no le importunaban con eso, pero sabían que un gran dolor le mordía como un lobo, el corazón.

Era una persona a la que la vida le había tratado muy mal, pero tenía una ilusión. Había encontrado una mujer que le daba lo que nunca tuvo: cariño. Posiblemente alistado por la atractiva paga, pensaba que pronto saldría de la miseria y se casaría con ella. Pasaría penalidades, pero todo merecía la pena por darle a ella y a sí mismo esa vida de felicidad que nunca tuvieron.

Le llegó una carta y ese día todo cambió para él. Ella se moría y se despedía de él. En aquella época no era raro con tuberculosis, tifus, gripes y demás. Y desesperado y enajenado mentalmente, consideró que su vida ya no valía nada, por lo que decidió entregarla a España.

El mismo Millán Astray, en la revista “Nuevo Mundo”, contestando a una pregunta que le hacen sobre la clase de personal que tiene bajo sus órdenes en la Legión: “También la Legión ha tenido su poeta, un gran poeta, Baltasar Queija de la Vega. A poco de alistarse recibió la noticia de que había muerto su novia. Aunque era bravo como un león, yo le vi llorar como un niño al leer la carta... Quise consolarle y me dijo: “Mi teniente coronel, ¡Ojalá que la primera bala que se pierda sea para mí!

Mientras los demás legionarios rezaban para que Dios protegiese sus vidas, éste lo hacía para todo lo contrario, para que le llevase pronto. Pensaban que el hombre había enloquecido. Duras historias las de la Legión.

Era un 7 de enero de 1921, pocas horas después de, por fin, confesar a un compañero, todo el dolor que sentía su corazón, su escuadra fue atacada, cuando se realizaba la retirada de protección de unos caminos, pretendiéndose apoderarse de sus armas. El que autodenominaba “novio de la muerte” atacó y avanzó de una manera absolutamente temeraria, infundiendo un enorme valor al resto de la escuadra, pero al avanzar de una manera suicida, los disparos de los cabileños le dejaron tan agujereado como un queso de gruyere.

Cuando más rudo era el fuego
y la pelea más fiera
defendiendo su Bandera
el legionario avanzó.

Y sin temer al empuje
del enemigo exaltado,
supo morir como un bravo
y la enseña rescató.

El ataque cabileño fue rechazado y cuando sus compañeros se acercaron a él, aún vivía, pero, desangrado, su vida se iba por momentos.

Y al regar con su sangre la tierra ardiente,
murmuró el legionario con voz doliente:

Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera;
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tal leal compañera.

Todos murmuraban que pobre hombre, era valiente, pero un loco. En su camisa, llenos de sangre encontraron unos papeles.

Cuando, al fin le recogieron,
entre su pecho encontraron
una carta y un retrato
de una divina mujer.

Y aquella carta decía:
"...si algún día Dios te llama
para mi un puesto reclama
que a buscarte pronto iré".

Y en el último beso que le enviaba
su postrer despedida le consagraba.

Por ir a tu lado a verte
mi más leal compañera,
me hice novio de la muerte,
la estreché con lazo fuerte
y su amor fue mi bandera.

Hasta los rudos legionarios tienen su corazoncito. Y aquello les impresionó tanto que decidieron difundir la romántica y conmovedora historia.

En ambientes de mal vivir se debió de empezar a cocer la canción. Lola Montes, una cupletista, y Fidel Prado, que puso la letra, la dieron a conocer en Málaga. Cuando se estrenó en Melilla aquello fue un indescriptible éxito. Era la Guerra del Rif, Melilla era el objetivo. Estaba llena de españoles y en África ya se sabía el destino que les esperaba si caían en poder de las cábilas. Sólo estaba la Legión para defenderla. Según cuenta Lola Montes, aquello era una dulce y tierna emoción, cuando los legionarios, jefes, oficiales y tropa, la aplaudían a rabiar. Se trataba de dar moral en medio de los angustiosos días de julio de 1921, en los que se esperaba el asalto a la ciudad por las cábilas victoriosas de Annual. 

Dentro del código legionario, al igual que el de los marines, jamás se abandona a ningún legionario vivo (punto 2, Credo legionario: con el sagrado juramento de no abandonar jamás a un hombre en el campo hasta perecer todos). Y el blocao de Melilla cayó, después de morir todos y cada uno de los legionarios que lo defendían. 

Entre el tiempo que perdieron las cábilas en los saqueos de las poblaciones vecinas y entre el castigo y el tiempo que les hizo perder la Legión en el blocao (pagándolo con la vida de todos los legionarios), llegaba el socorro desde Ceuta por mar. Melilla estaba salvada.

Salvar a Melilla había costado la vida de todos los compañeros del novio de la muerte. La canción ya era un clamor popular. Duras historias las de la Legión.

Millán Astray decidió entonces cambiar el ritmo, de cuplé a marcha. Dada la fuerza emocional que tenía, serviría para honrar a los caídos. Este es el milagro de la “redención legionaria”, que convierte en caballeros a unos hombres, en muchos casos, marginados por la sociedad y a un cuplé de cabaret (o putiferio) en un canto para acompañar a Cristo clavado en la Cruz. 


Caballeros legionarios portando un Cristo crucificado. 
El novio de la muerte es una canción muy sentida por los legionarios.

La creación de la Legión frenó la sangría de jóvenes y reservistas muriendo en África, pero como los españoles somos gilipollas, nos metimos en una guerra incivil, para que muriesen todos los que tenían que morir en África más los que no tenían que morir.

Pero eso es ya otra historia…


sábado, 22 de junio de 2013

Hechos terribles que empezaron un 2 de mayo



Oigo, patria, tu aflicción,
y escucho el triste concierto
que forman, tocando a muerto,
la campana y el cañón;
sobre tu invicto pendón
miro flotantes pendones,
y oigo alzarse a otras regiones
en estrofas funerarias,
de la iglesia las plegarias,
y del arte las canciones.

Lloras, porque te insultaron
los que su amor te ofrecieron
¡a ti, a quien siempre temieron
porque tu gloria admiraron;
a ti, por quien se inclinaron
los mundos de zona a zona;
a ti, soberbia matrona
que, libre de extraño yugo,
no has tenido más verdugo
que el peso de tu corona!

Doquiera la mente mía
sus alas rápidas lleva,
allí un sepulcro se eleva
contando tu valentía.
Desde la cumbre bravía
que el sol indio tornasola,
hasta el África, que inmola
sus hijos en torpe guerra,
¡no hay un puñado de tierra
sin una tumba española!

Tembló el orbe a tus legiones,
y de la espantada esfera
sujetaron la carrera
las garras de tus leones.
Nadie humilló tus pendones
ni te arrancó la victoria;
pues de tu gigante gloria
no cabe el rayo fecundo,
ni en los ámbitos del mundo,
ni en el libro de la historia.

Siempre en lucha desigual
cantan tu invicta arrogancia,
Sagunto, Cádiz, Numancia,
Zaragoza y San Marcial.
En tu suelo virginal
no arraigan extraños fueros;
porque, indómitos y fieros,
saben hacer sus vasallos
frenos para sus caballos
con los cetros extranjeros.

Y aún hubo en la tierra un hombre
que osó profanar tu manto.
¡Espacio falta a mi canto
para maldecir su nombre!
Sin que el recuerdo me asombre,
con ansia abriré la historia;
¡presta luz a mi memoria!
y el mundo y la patria, a coro,
oirán el himno sonoro
de tus recuerdos de gloria.

Aquel genio de ambición
que, en su delirio profundo,
cantando guerra, hizo al mundo
sepulcro de su nación,
hirió al ibero león
ansiando a España regir;
y no llegó a percibir,
ebrio de orgullo y poder,
que no puede esclavo ser,
pueblo que sabe morir.

¡Guerra! clamó ante el altar
el sacerdote con ira;
¡guerra! repitió la lira
con indómito cantar:
¡guerra! gritó al despertar
el pueblo que al mundo aterra;
y cuando en hispana tierra
pasos extraños se oyeron,
hasta las tumbas se abrieron
gritando: ¡Venganza y guerra!

La virgen, con patrio ardor,
ansiosa salta del lecho;
el niño bebe en su pecho
odio a muerte al invasor;
la madre mata su amor,
y, cuando calmado está,
grita al hijo que se va:
"¡Pues que la patria lo quiere,
lánzate al combate, y muere:
tu madre te vengará!"

Y suenan patrias canciones
cantando santos deberes;
y van roncas las mujeres
empujando los cañones;
al pie de libres pendones
el grito de patria zumba
y el rudo cañón retumba,
y el vil invasor se aterra,
y al suelo le falta tierra
para cubrir tanta tumba!

¡Mártires de la lealtad,
que del honor al arrullo
fuisteis de la patria orgullo
y honra de la humanidad,
¡en la tumba descansad!
que el valiente pueblo ibero
jura con rostro altanero
que, hasta que España sucumba,
no pisará vuestra tumba
la planta del extranjero!

Con este triste y amargo poema, compuesto en 1866 por Bernardo López, recordamos en el 2 de mayo el inicio de unos terribles hechos que jamás debieron haber sucedido, unos hechos que cambiaron por completo la historia de España.

Pero, por horrorosos que sean los hechos, nunca debemos olvidarlos, ni dejar de investigar sobre ello. Todo lo contrario, debemos recordarlo, tenerlo presente, para que el funesto pasado jamás vuelva a suceder y aprender también que en los momentos en que la humanidad se vuelve odiosa, tampoco faltan en ella auténticos ejemplos de grandeza.

Por desgracia, a los españoles somos muy dados al gozo de la ignorancia histórica, al olvido interesado y a la manipulación del pasado. Y aunque peque de plasta porque esto ya se ha repetido hasta la saciedad, los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla. 


La tragedia de un pueblo

Es falso que los ejércitos napoleónicos vinieran con el sano objetivo de modernizar el país. Como tan falso que Napoleón albergaba buena voluntad y la cosa se armó porque unos macarras tenían ganas de tirar de cheira. Esto claramente se demuestra porque en 1823, ¡tan sólo 15 años después! España volvió a ser invadida por el ejército francés y aquí no pasó nada. Evidentemente vinieron con otra actitud y otras maneras. A estos franceses se les llamó “los cien mil hijos de San Luis” y en cambio a los otros “los hijos de p…”

Los excesos de la soldadesca francesa, provocaron la revuelta popular. Sí, auténticamente popular, ya que los nobles y los altos cargos de la Iglesia y del ejército no tenían que aguantar a los franceses, pero sí lo tenía que hacer el pueblo llano.

Revuelta que avivó más el chulo impresentable y soberbio de Joachim Murat, el ricitos de oro, que no quería reconocer que la revuelta era popular y decía que sólo participaba la gente de la más baja estofa. Pero a pesar de pensar así, no dudo en dar escarmientos a inocentes, creyendo que el miedo aplacaría a los conatos insurgentes y lo que hizo que fue avivarlos más.

Revuelta que finalmente triunfó expulsando a los franceses, tras la apabullante victoria de Bailén. Pero Napoleón no era un hombre que se rendía fácilmente y no iba a consentir que un atajo de palurdos pusieran en aprieto a “La Grand Armée”. Montó en cólera cuando tuvo que distraer de Europa a sus mejores tropas para enviarlas a España. Y aún así no había manera de doblegar a esos tercermundistas. En un ataque de ira dispuso que los territorios al norte del Ebro pasaran a Francia. Pero eso todavía más enconó los ánimos y acongojó más a su bondadoso hermano José, ¿rey? de España, que vio que si poco tenía que hacer poco, ya todavía aún menos.

Pero los veteranos del mejor ejército del mundo seguían sin conseguir doblegar a esa chusma atrasada. Y Napoleón, el gran genio que revolucionó la ciencia militar, el triunfador en los campos de batalla de Europa, no podía entender que es lo que estaba pasando en España.

Desde la línea de Torres Vedrás, en Portugal, acudieron los ingleses en defensa de los españoles. Y no se sabía quienes hacían más daño, si nuestros enemigos o nuestros aliados. La chusma descontrolada del britano Moore saqueó pueblos enteros en Galicia. Al hombre le cayó el sanbenito porque encima de diñarla ese día por un disparo de artillería, el tema pasó a la Historia pasó con un nombre algo así como la retirada descontrolada de las tropas de Moore, cuando en realidad se debería haber llamado ahora que ha palmado el jefe podemos dar rienda suelta a nuestro espíritu quinqui. "La retirada británica se hizo a la manera tradicional de esos hijos de puta: con la arrogancia y crueldad anglosajonas habituales, saqueando, quemando y violando, sin importarles un carajo que la pobre gente víctima de su desorden fuese española, gallega y aliada" (Arturo Pérez-Reverte, El día que palmó Moore). Se dice con sorna que por eso en algunas localidades de Galicia, el porcentaje de personas con cabello rubio es muy superior a la media española. Maldita la gracia que tiene el jodío chiste.

Y no fue la única que armaron. Hasta tal punto llegó su descontrol, que Lord Wellington tuvo que restablecer el orden y la disciplina a base de fusilamientos. De ahí su famosa frase: “mi ejército es la escoria del mundo, por un trago son capaces de todo”. Tampoco pensaba mucho mejor de los españoles, a los que consideraba poco menos que un atajo de macarras cuya única aspiración era degollar franceses.

Una tragedia. La tragedia de toda España y de cada uno de los que participaban. Vidas rotas y destrozadas.

La tragedia de Goya, el genial pintor sordo, que tras años de admirar a los franceses, pasó a odiarlos en horas. Su horripilante serie de Los desastres de la guerra es un documental no apto para mentes sensibles. Si puso tanto empeño en ver y dibujar para la posteridad lo que estaba sucediendo no es de extrañar que al final se terminara volviendo loco.

La tragedia de aquel agricultor de Medina de Rioseco, al que los franceses mataron a sus padres y violaron y mataron a su esposa, y que enrolándose a la guerrilla afirma que lo único que quiere hacer ya en la vida es matar franceses.

La tragedia de José Bonaparte, Pepe Botella (como para no darle al drinking en su pellejo), lleno de candor y buenas intenciones, que ve como sus súbditos no le aman a pesar de todo su empeño y al que ridiculizan (se ríen de él llamándole borracho y jugador), y al que su hermano abronca diciéndole que no tiene lo que hay que tener.

La tragedia del cura Merino, sencillo párroco de pueblo, que se echa al monte cuando unos soldados franceses violan a una niña, que era su hermana.

La tragedia de algunos soldados franceses, sobre todo los primeros bisoños, ilusionados y con buena voluntad porque piensan que van a liberar un pueblo atrasado y que les recibirán con flores y vítores y ven con estupefacción como salen demonios hispanos llenos de odio hasta debajo de las piedras.

La tragedia del rostro de aquel inocente que le ilumina la luz de un faro y que es el centro del cuadro Los fusilamientos del 3 de mayo (al principio de este artículo). Inocente porque los franceses le registraron y le cogieron una navaja que tenía para cortar jamón o queso. De nada sirvió que demostrara que sólo era un curtidor y que no estaba en Madrid cuando sucedió la revuelta.

Me alegro infinitamente no haber vivido en esos tiempos porque el que tuvo la desgracia de nacer en el lugar equivocado y en el momento equivocado le crujieron.


Lo que perdió España

Es cierto que a finales del siglo XVIII, en España existían dos tendencias, una la de los enciclopedistas y reformistas y otra la de los conservadores y tradicionalistas. Aunque había exaltados en uno y otro bando, la inmensa mayoría de todos ellos coincidían en que el país necesitaba reformas, pero estas debían ser graduales y progresivas.

El despotismo ilustrado de Fernando VI y Carlos III, tras el cándido mensaje de procurar el progreso y la felicidad de los súbditos, dentro del respeto a la religión y a las tradiciones, estaba empezando a dar sus frutos.

En las universidades ya se hablaba y se discutía vehemente sobre Newton, Copérnico y Descartes y aunque existía un sector contrario a sus ideas, al menos éstas ya se discutían y no se prohibían. La Inquisición ya no quemaba a nadie y aunque conservaba mucho poder, sobre todo en lo relativo a la censura y a las penas infamantes, cada vez era más contestada socialmente y ya se hablaba abiertamente de la necesidad de su supresión, considerándose un lastre para el país.

La Iglesia también empezaba a cambiar y el clero también esta dividido entre los que consideraban la libertad como un derecho natural y los partidarios entre la unión del altar y el trono. Pero poco a poco también empezaba a cambiar. En este contexto, a finales del siglo XVIII se dictan las primeras leyes desamortizadoras y contra los mayorazgos, que no causa la ruptura abierta con la Iglesia (como ocurrió con la desamortización de Mendizábal) porque se ha intentado no herir susceptibilidades y hacerse de una forma gradual.

La agricultura del siglo XVIII no tenía que ver nada con la de siglos anteriores. Se amplían canales y regadíos. El convencimiento absoluto de la necesidad de producir alimentos había contribuido a la dignificación del campesino, retratándose Carlos III en uno de sus cuadros como labrador, contribuyendo a la necesaria dignificación del campo.

También se dejó de deslegitimar el trabajo manual y se le empezó a considerar tan digno como cualquier otro. España empezó a tener industria de mano de las reales fábricas, las más famosas de vidrio y de cerámica. Y las sociedades económicas de amigos del país contribuían a establecer y planificar que era lo que necesitaba el país y como se podía llevar a cabo.

Ya en tiempos de Fernando VI, se estableció la necesidad de que España tuviese una poderosa Marina y se terminó consiguiendo. Y se terminó perdiendo en Trafalgar por el mando inepto de Villeneuve (al que por cierto, Napoleón presionó tanto que se terminó suicidando, o le suicidaron).

Muchos avances científicos vinieron de la mano del Ejército. Los avances en cartografía de la mano de Jorge Juan, que tenía en proyecto un mapa de España basado en la triangulación geodésica, como muchos de los avances en Química, como la Ley de las proporciones definidas de Louis Proust, descubierta cuando éste trabajaba en el Real Laboratorio de Química en Segovia, que pertenecía a la Academia de Artillería. También Fausto de Elhuyar descubre un nuevo elemento: el wolframio. Y además se dan importantes progresos en la cirugía española.

La zoología y la botánica registraban avances significativos en la gran obra de Celestino Mutis. Los gabinetes de Historia Natural y la, como se decía entonces, necesaria domesticación de animales y plantas investigaba la nuevas posibilidades de cultivos y ganado, y más teniendo el tesoro que era América. Se crea el Museo del Prado, con el fin de albergar el que debía de haber sido el mejor museo de Ciencias Naturales del mundo (al final se transformó en pinacoteca por un capricho de Fernando VII, y menos mal, porque conociendo al personaje bien podía haber terminado siendo una casa de citas).

Pero no sólo se dan avances en las ciencias. Se crean la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Real Academia de la Lengua (limpia, fija y da esplendor; hay que reconocer que los de las pelucas empolvadas algo cursis eran).Madrid ya no era la ciudad sucia y con una noche llena de navajadas traperas, que tan bien describe Pérez-Reverte. La obsesión de Carlos III de crear una capital bella, limpia y llena de jardines, terminará transformando a Madrid de mugre a cielo.

Afortunadamente ya no quedaba oro en las Indias Occidentales. Se perdió en inútiles y crueles guerras en Europa, que sólo supusieron para España un honor y un valor que excede las palabras (Alatriste); lo demás una inútil sangría humana y económica. Aparte de las pérdidas (mejor dicho, robos) en los saqueos de los corsarios ingleses, piratas elevados a la categoría de nobles, como sir Francis Drake.

Se estaba creando una nueva visión de América, ya no como una reserva de oro y riquezas materiales, sino como una reserva de riquezas naturales y humanas. Ya no sólo se creaban iglesias en el nuevo mundo, sino también universidades e imprentas.

En definitiva, España empezaba a progresar, muy despacio, pero seguro.

Y todo se perdió. Ya que se juntaron el hambre con las ganas de comer, tras una atroz guerra que España sufrió en todo su territorio, convirtiéndose en un escenario de devastación. Devastación como desgaste vital, pérdidas humanas, hambre y que la violencia sea parte habitual de la vida.

Y tras esto, tuvimos en vez de un rey, un cáncer. Fernando VII después de rilarse ante Napoleón y firmar que le entregaba España, la corona y todo lo que hiciera falta, vuelve y en vez de darse cuenta del sufrimiento indecible de su pueblo sale con que hazme más, que más me merezco. Encima jaleado por gran parte de los españoles. Hay que reconocer que somos un pueblo difícil de entender.

Años de violencia y de vivir sobre el terreno hicieron de España uno de los países más inseguros. Es la época dorada de Curro Jiménez, el Algarrobo, el Estudiante y el Gitano. Bandolerismo que no se terminó hasta décadas más tarde, tras la creación de la Guardia Civil.

La cultura dio paso a la zafiedad y a la chabacanería. Fernandito VII colocó de asesor a uno de sus jardineros, ya que se partía con sus chistes horteras y sus ordinarieces. Se crearon piezas musicales de una enorme dulzura y sensibilidad como El Pendón Morado (¡míralo, míralo y muérete, vil servidor!) o el Trágala (¡trágala, trágala, perro!).

Se rompió ese tácit consenso que existía entre reformistas y tradicionalistas. La guerra de la independencia y la radicalización en el reinado de Fernandito lo hicieron imposible. Los liberales (isabelinos) y los tradicionalistas (carlistas) consideraron que los otros sobraban en España y en el mundo. Y franceses e ingleses, que tanto daño hicieron a España, luego intervinieron para bien de ella, intentando inútilmente tranquilizar los ánimos e intentar que los españoles no se destrozasen como bestias y que se respetasen los más elementales derechos humanos, como hacer prisioneros.

Pero esto ya es otra historia…

La canción que hoy presentamos es una muestra de lo que se perdió. La pieza pertenece al barroco americano del Perú y se llama Hanacpachap Cussicuinin. Obra Sacra Anónima, compuesta en los tiempos de las Misiones Jesuíticas en América. Fue encontrada en el "Ritual Formulario e Institución de Curas" de Juan Pérez de Bocanegra, Cuzco 1631. El texto dice algo así:

De los cielos, mi alegría, miles de gracias te daré y te honraré en lo profundo por la abundancia de los frutos. El hombre encomienda en su espera su fuerza por el poder, apoyado en tu nombre. Escúchanos este ruego, adorado y reverenciado poderoso Dios y Madre de Dios. Que lo oscuro quede claro. Contado está el alimento de sal para nuestro ganado. Confiamos y esperamos que tu Hijo haga su aparición.

El original es sin acompañamiento instrumental. El arreglo pertenece a Paolo Riquelme, director del conjunto Ars Excelsa Ensemble, conjunto chileno de música antigua.

En el siglo XVIII, coros indígenas cantaban y componían canciones con una belleza y delicadeza que hoy nos parece imposible. Los jesuitas (¿Quién no ha visto La misión?) intentaban demostrar que los indios, con una adecuada educación y cultura terminarían logrando lo mismo que un blanco (un criollo, en la terminología de la época).

Después de oír esta canción, es imposible no creérselo.